Al terminar mis estudios de Psicología empecé a interesarme por el Coaching, sobre todo porque me apasionaba encontrar fórmulas para sacar el máximo partido tanto de mis talentos como el de otras personas.
Al investigar y profundizar en el Coaching llegó a mí el interés por el Yoga y la Meditación como herramientas de autodescubrimiento.
Venía de una formación muy teórica, por lo que el Coaching me abrió a la posibilidad de interactuar y ayudar a mejorar la vida de otras personas con técnicas como el PNL.
Si bien, fue el Yoga el que me ayudó a centrar mi atención en el interior, a conocerme mucho mejor, entender cuáles son mis habilidades y mis límites para construir un camino firme y coherente con mis valores.
Me sorprendió mucho como el Yoga, para ser una disciplina corporal que se basa en conseguir diferentes posturas o asanas con el cuerpo puede tener tal impacto en nuestra mente.
Es como si a través del cuerpo relajaras tu mente, consigues una mayor concentración y flexibilidad. El Yoga me ayudó a entender que mente y cuerpo son un todo único e interdependiente pero no fue por leerlo en libros sino por que pude experimentarlo por mí misma.
La verdad es que cuando estudiaba psicología la idea que tenía era la de que la mente y las enfermedades mentales son una cosa y nuestro cuerpo otra. Esta visión completamente diferente y holística que estaba experimentando con el Yoga, me parecía tener mucho más sentido
Mejoraron mucho mis relaciones personales, era más consciente de lo que ocurría en mí al interactuar con otras personas por lo que me hacía más responsable de mi parte de la relación, fuese en la amistad como en las relaciones románticas mis nuevas habilidades de gestión emocional supusieron un cambio drástico en mi vida.
Hace tiempo que tenía claro que quería especializarme como Psicóloga para tratar problemas de pareja.
Las relaciones de pareja me parecen uno de los mejores campos para experimentarse y conocerse a uno mismo, ya que es en nuestro reflejo con el otro cuando más aprendemos sobre quiénes somos y, de todas las relaciones, las de pareja son las más intensas. Las más gratificantes, pero también las más dolorosas.
Mi propio historial romántico era el mejor campo de exploración para empezar, fue así, cometiendo muchos errores yo misma y aprendiendo de ellos como he terminado por convertirme en una gran terapeuta para relaciones de pareja.
El Tantra para Mejorar las Relaciones de Pareja
Fue en uno de esos viajes que realicé por mi creciente interés por el Yoga en lo que haría uno de mis mejores descubrimientos.
Una amiga me había hablado de Tailandia, de los retiros que se hacían allí y que era un lugar que no podía perderme si tenía tanto interés en el Yoga. Conseguí ahorrar lo que necesitaba y me fui a uno de esos retiros, así fue como conocí al que sería mi futura pareja y él me enseñó el Tantra.
Un apasionante viaje al mundo de las relaciones íntimas y, sobretodo, una visión holística de la forma en que nos relacionamos, un paso más, que acepta que todo lo que ocurre en el mundo manifestado que te empuja a amarte a ti mismo y a emplear la energía sexual como impulsor de tu camino espiritual.
Lo cierto, es que no sé si es debido a mi educación de base cristiana o a la suma de prejuicios que fui adquiriendo sin tener mucha conciencia de ello, pero nunca había concebid el sexo como una puerta para el crecimiento personal.
Siempre he sido muy escéptica y, al principio, también lo era con todas estas nuevas técnicas. Fue al probarlas que me di cuenta de que eran realmente efectivas.
Tailandia me abrió los ojos a todas estas herramientas, concretamente en Kon Phangan, uno de los lugares espirituales del mundo más visitados.
Se trata de una isla tropical con aguas transparentes y jungla por cada esquina, pero que también cuenta con la mayor densidad en cuanto a oferta de cursos y talleres de crecimiento espiritual por Km cuadrado en el mundo, quizás solo compitiendo con Ubud y Bali.
A mi vuelta a Barcelona, mi pareja y yo decidimos crear un centro para transmitir estos conocimientos y ayudar a muchas parejas. Queríamos recrear la esencia de Tailandia con imágenes, fotografías, plantas y cuidando hasta el último detalle de la decoración.
Contamos con Mi Pintor, un grupo de pintores especializados en técnicas avanzadas de decoración para pintar el local y darle unos acabados y revestimientos que terminarían de definir el estilo de nuestro pequeño espacio donde ayudar a miles de parejas y hacerles entender sus relaciones interpersonales como oportunidades de crecimiento.