Si de pasar calor se trata, mejor hacerlo con tu pareja que en soledad. Al menos así puedes hacer saber a la otra parte lo mucho que estas sufriendo metida en esa sala donde el cometido, no es otro que sudar. Vamos como hacer deporte o practicar sexo, pero más relajado. En todos estos casos, la finalidad, es relajarse, sentirse mejor y obtener beneficios saludables para el organismo. Algunas personas, son algo reticentes a esto de la sauna, precisamente porque se trata de sudar y sudar, sin más. Sudar porque estas haciendo deporte o hace calor y resulta inevitable, puede ya de por sí, resultar engorroso, más todavía cuando vas a sudar por el mero gusto de sudar. Toalla en mano, te sientas y sudas.
Nuestros amigos de Saunas Luxe, expertos en la fabricación de saunas finlandesas, confirman ese hecho. Lo cierto es que sudar es el objetivo de visitar la sauna, por mucho que lo queramos decorar. Ahora bien, sudar no es algo malo, al contrario, se trata de algo bueno para nuestro organismo, de ahí que existan este tipo de lugares en los que poder retirarse a sudar sin que nadie cuestione tu pulcritud.
Dejando claro que la sauna, es beneficiosa, cabe señalar que acudir a una en pareja, reporta todavía mayores beneficios. De hecho, se trata de una actividad muy demandada a nivel pareja, no solo por los beneficios que reporta si no por que las saunas suelen encontrarse en spas donde la oferta de terapias que pueden solicitarse, actividades relajantes y tratamientos de belleza, suelen ser el colofón para que la pareja, estreche sus lazos, más todavía.
Los beneficios, se producen tanto a nivel físico como psicológico, así como se aprecian los de carácter estético y cultural. A nivel personal, son notorios todos los beneficios, pero a nivel pareja, este tipo de escapada romántica es una gran alternativa para cualquier momento, con o sin excusa.
Acudir a la sauna, no necesita asociarse a una fecha en particular, como San Valentín, el aniversario o un cumpleaños, no importa el motivo. Lo que importa es ir y, hacerlo en pareja. También es válido ir a la sauna del gym en el que entrenáis los dos.
¿Por qué es tan saludable ir a la sauna en pareja?
Ya sea porque habéis pedido cita en un spa, porque vais a la sauna de manera aislada o tras un duro entrenamiento, hacerlo en pareja, va a hacer que, entre ambos, todo fluya mejor.
Acudir a la sauna en pareja es una excelente manera de unir a ambos. Se comparte un tiempo y un espacio en el que no existe distracción, por lo que uno puede centrarse en el otro durante el tiempo que dure la sesión.
Al mismo tiempo, se fortalece la relación, gracias a liberación de oxitocina que producen las actividades asociadas. Si estas en un spa, los masajes ayudan a liberar esta sustancia que hace que los hombres, sientan mayor atracción por su pareja. En el gym, la práctica de ejercicio, igualmente contribuye a la liberación de esta hormona, entre otras.
Algo que garantiza la visita a la sauna, es la relajación. Ese estado en el que tanto músculos como mente, están relajados. Gracias a este estado tan difícil de alcanzar en circunstancias normales, el deseo sexual se ve incrementado, incluso más que en la propia casa donde el estrés y las tensiones, anulan el deseo en gran medida.
Por supuesto, suma experiencia a la historia de la pareja, aunque en algunas ocasiones, hasta el hecho más mundano puede resultar algo mágico. En esta situación, el entorno y el clima romántico que se genera, se convierte en la experiencia romántica adecuada para que la pareja forme recuerdos inolvidables.
Cuidar cuerpo y mente es una de las finalidades de la sauna. En el spa o en el gym, los tratamientos que se utilizan, desintoxican el cuerpo, el deporte que se practica, libera tensiones. De este modo, a nivel personal, cada miembro de la pareja, se siente mejor consigo mismo, a la vez que uno ve al otro mucho mejor.
Si nos centramos en la visita a la sauna del spa, los beneficios para la pareja, son mucho mayores. No solo se trata de relajarse y ponerse guapo o guapa, las parejas, una vez acuden al spa, mejoran notablemente su relación.
Se trata de una alternativa para pasar tiempo juntos de forma agradable y que, ese tiempo, sea de calidad. La relajación es para ambos, la liberación de las tensiones y el estrés que, muchas veces provoca discusiones y mal entendidos. Durante ese tiempo, puede hablarse sobre cómo manejar la relación ya que, encontrándose en un entorno diferente y de relax, la comunicación es mucho más sencilla.
Genera tiempo de calidad, el día a día nos mantiene absortos en diversas ocupaciones que alejan a las parejas durante la mayor parte del tiempo. Acudir a la sauna, promete ser un momento para ambos, en el cual no hay nada ni nadie más.
Ese momento, donde la calma reina, hace que se mejore la comunicación. Son muchas las ocasiones en la que las parejas, parecen dos desconocidos. Dentro de la sauna, lejos de las distracciones, se abren las vías de la comunicación y resulta más fácil interesarse por la otra parte.
Una visita a la sauna, supone una ruptura con lo cotidiano. Es inevitable que la rutina se apodere de las parejas, tras llevar años juntos. Las opciones para sorprender, se van viendo limitadas, cosas que antes eran excepcionales y especiales, como una cena tranquila y romántica, es lo más habitual y excitante que hace en los últimos tiempos. Aun tratándose de algo agradable, ya no sorprende. Visitar la sauna, dentro de un spa, es una forma de sorprender a tu pareja, si añades a la visita algo picante (en el caso de que la sauna no sea compartida) el deseo hará acto de presencia. Añadido a la excitación que conlleva el limite de tiempo antes de que antes interrumpa…
Puede ser que para los amantes del gym o del spa, la sauna sea algo cotidiano. No se trata de una novedad, lo novedoso aquí, es hacerlo en pareja. De vez en cuando, no esta demás participar ambos de la misma actividad aunque se lleve a cabo de forma independiente y habitual. Compartir esos momentos, fortalece la relación, estrecha vínculos afectivos, aumenta el deseo sexual y puede resultar toda una experiencia a repetir, sobre todo, si le añades ese puntito picante que mencionábamos anteriormente.
Beneficios individuales
A nivel individual, los beneficios que ofrece la sauna, son numerosos. Para empezar, el ritmo cardíaco, aumenta de cien a ciento pulsaciones por minuto, los vasos sanguíneos se dilatan, aumentando la circulación sanguínea, del mismo modo que lo hace la práctica de ejercicio de intensidad media. Aun siendo así, no hay que pretender que la sauna sustituya la actividad física, puesto que no lo es, se trata de un complemento perfecto, pero no es deporte.
Entre sus múltiples beneficios, el aumento de la circulación, contribuye a una reducción del dolor muscular, mejorando el movimiento articular y aliviando el dolor generado por la artritis.
El calor que se genera en la sauna, mejora la circulación llevando a una relajación que, reduce los niveles de estrés y genera sensación de bienestar. A su vez, mejora la salud cardiovascular, puesto que esa reducción del estrés, implica menor riesgo de padecer afecciones cardiovasculares.
Estudios llevados a cabo, aseguran que las personas que toman saunas, son mas longevas, no se puede determinar si se debe a ese relax y la sensación de bienestar, o por el hecho de que la vida te permita pasar mas tiempo de ocio metido en una sauna. Pero esta claro que pasar tiempo en la sauna, es un tiempo bien empleado, si además es en pareja, mejor que mejor.
Uno de sus mayores beneficios es su efecto revitalizante y depurativo en la piel ya que el aumento de la irrigación sanguínea, abre los poros y permite la eliminación de impurezas más fácilmente. El calor, además, favorece la producción del colágeno, esa proteína indispensable para que la piel, posea elasticidad y firmeza.
La sensación de bienestar físico y psíquico, generada por la sauna, ayuda a conciliar el sueño. Igualmente, suaviza algunos de los síntomas que provocan algunas enfermedades respiratorias como el asma. El calor, favorece la apertura de las vías respiratorias, los músculos de los bronquios se relajan y se reduce la flema y la sensación de ahogo.
Esta serie de beneficios, se ven incrementados cuando la sauna se toma en pareja, como es lógico. Lo bueno por dos, dos veces bueno.
No obstante, existen algunas contraindicaciones que hay que considerar si se da el caso, como los problemas de corazón, la insuficiencia venosa, las varices en fase aguda, problemas de circulación cerebral o trombosis, tensión baja o alta de origen renal, enfermedades inflamatorias agudas como la hepatitis, el glaucoma, tumores…
Salvo estos casos en particular, en cuyo caso, quienes los padecen, sabrán que no pueden tomar una sauna, para los demás, cuanto más a menudo (sin excederse), mejor. Y si es en pareja, doblemente mejor.