El yoga mejora la vida sexual

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Según los expertos en salud, el yoga puede mejorar la vida sexual, ya que ciertas posturas funcionan como ejercicios de kegel, fortaleciendo los músculos pubococcígeos (PC) del suelo pélvico. Varias estudios han descubierto que practicar una hora de yoga al día está relacionado con la prolongación de la eyaculación y la mejora del rendimiento sexual en general.

«Debido a que el yoga ayuda a las personas a desarrollar una sensación de calma, fuerza, resistencia, agilidad, conocimiento de su propio cuerpo y la capacidad de permanecer en el momento presente y hacer pequeños ajustes, puede mejorar en gran medida el rendimiento sexual y la confianza, independientemente de las asanas [posturas] que se practiquen», dice la terapeuta sexual Gracie Landes.

Incluso, también existe la posibilidad de que el yoga puede mejorar la libido, así que practicar esta disciplina con la pareja puede influir de forma positiva en las relaciones de pareja. El yoga puede aumentar la complicidad entre ambos, favorecer el deseo sexual, fomentar la confianza y eliminar la rigidez. Practicar yoga con asiduidad aumenta la actividad de las glándulas sexuales, y mejora la intensidad de los orgasmos, gracias al trabajo del suelo pélvico que se lleva a cabo al practicar este deporte.

Algunas mujeres no consiguen disfrutar lo suficiente en la cama por los complejos físicos, pero con la práctica del yoga es posible ganar tono y mejorar el aspecto físico en general. Es importante cuidar el cuerpo para eliminar los complejos en la cama. Desde El Economista explican que «una de las enseñanzas principales del yoga es atender solo al momento presente, por lo que esta capacidad de concentración es positiva a la hora de no dispersarse durante las relaciones sexuales, algo que les sucede a muchas mujeres».

Las posiciones invertidas de yoga activan y mejoran la circulación y oxigenación de órganos y de todo el sistema reproductor. Esta mayor vascularización en las zonas genitales mejora la vida sexual. Además, con las asanas específicas para la cadera y los genitales, podemos conectar con estas zonas de nuestro cuerpo. Además, con esta disciplina podemos fortalecer la musculatura del suelo pélvico y así aumentar la sensación de placer durante el sexo. El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal por su parte inferior. Su función es sostener la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto. Debemos saber que un suelo pélvico fuerte se relaciona con la capacidad de disfrutar más del sexo y vivir orgasmos más intensos.

Posturas de yoga para el suelo pélvico

Los expertos en clases de yoga para practicantes de diferentes niveles del centro Ceiba Yoga integración nos explican
cinco posturas de yoga que ayudan a fortalecer el suelo pélvico:

Bhujangasana o postura de la cobra: para realizar esta postura debemos tumbarnos boca abajo, poner las piernas estiradas y juntas, y colocar las manos debajo de los hombros. Es importante flexionar ligeramente los codos, elevar la cabeza y contraer el suelo pélvico.

Adho Mukha Svanasana o postura del perro boca abajo: podemos colocar las manos y los pies extendidos en el suelo para intentar llevar los talones lo más abajo posible.

Marjariasana o la postura del gato: la posición ideal es colocar las manos y las rodillas en la esterilla. Al inspirar, situamos la cabeza con la mirada hacia delante y ponemos la columna cóncava. Al espirar, se debe elevar el abdomen hacia la columna.

Utkata Konasana o postura de la Diosa: con las rodillas flexionadas, las piernas abierta y los dedos de los pies hacia fuera, colocamos las manos por delante del pecho. Es importante subir y bajar el coxis lentamente.

Sarvangasana o postura de la vela: debemos tumbarnos en la colchoneta con las piernas dobladas y las plantas de los pies apoyadas. Elevamos la cadera y levantamos las piernas hacia arriba y para mantener el equilibrio podemos colocar las manos en la cadera.

Estas posturas de yoga mejoran las relaciones sexuales, pero para realizar estos ejercicios debemos contar con la supervisión de un profesional. Para practicar esta disciplina necesitamos esterilla de caucho, ropa cómoda que no oprima, cojines de meditación y toallas. Es importante respirar lentamente, para conseguir una relajación completa y eliminar el estrés.

Si realizamos las posturas lentamente podemos trabajar las articulaciones y los ligamentos. Para practicar yoga no es necesario ser flexible pero lo mejor es iniciarse de una forma presencial, ya que el profesor nos puede explicar más fácilmente los ejercicios. Los expertos explican que el yoga puede ser practicado a cualquier edad y casi por cualquier persona, ya que aporta muchos beneficios para la salud. Ya sabemos que con el yoga podemos mejorar la vida sexual y fortalecer el suelo pélvico.

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