¿Quién dice que el deseo sexual y la posibilidad de practicar sexo se acaba a medida que van pasando los años? Tenemos una muy mala percepción de este tipo de asuntos. Cuando hablamos de sexo entre personas que, por ejemplo, pasan de los 65 años, la mayoría de las personas cerramos los ojos intentando no visualizar esa escena porque nos parece terrible y que a muchas personas les produce incluso náuseas. Pues bien, os diremos que no hay que ser así, que las personas mayores también tienen derecho a disfrutar del sexo y que este artículo os va a trasladar algunos asuntos relacionados con este tema.
No solo es que sea una actividad que viene bien a nuestros mayores para disfrutar con su pareja, sino que también es algo que es saludable tanto mental como físicamente. El sexo es vida, tal y como rezan algunos de los anuncios que podemos ver en soportes publicitarios de algunos medios de comunicación y de nuestras propias calles. Y todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas tiene derecho a disfrutar de todas las ventajas que este asunto les puede ofrecer, que son muchas y muy variadas.
Una noticia que fue publicada en el eldiario.es informaba de siete de los beneficios que tiene la práctica del sexo entre personas mayores de 60 años.
- El primero de ellos tiene que ver con una mejora de la salud cerebral, algo a lo que ya hemos hecho referencia.
- Hace sentir a la persona mucho más joven, algo que favorece su autoestima y que le permite ser, en definitiva, más feliz.
- Tiene un buen elenco de beneficios para el corazón.
- En el caso de los hombres, reduce el riesgo de padecer cáncer de próstata, un mal cada vez más común.
- Combate el insomnio.
- Es bueno para la salud de la pareja, puesto que es algo que permite olvidar la rutina, el estrés y el aburrimiento de las largas horas del día.
- En definitiva, y como ya hemos comentado al referirnos a que la gente se siente más joven, el sexo entre mayores de 60 permite a la gente ser mucho más feliz.
Hemos querido también rescatar una noticia publicada en la página web oficial del National Institute of Ageing que hacía hincapié en que “muchas personas quieren y necesitan tener una relación cercana con los demás a medida que envejecen”. Es algo lógico y que también es natural. ¿Qué duda cabe? Eso engloba también algo como lo es el sexo, que es una de las máximas expresiones tanto de libertad como de amor. Por eso no merece que se le dedica ni siquiera una sola crítica.
Las personas mayores de 65 o jubiladas son las que más necesidad tienen de sentirse queridas dentro del conjunto de esta sociedad. Eso implica no solo tener a disposición el afecto familiar. También engloba un asunto como lo es el sexo. Es necesario garantizar y proteger la privacidad de las personas mayores para que puedan disfrutar, tanto de manera individual como en pareja, del sexo. Hemos querido saber más del asunto y por eso hemos acudido recientemente a las instalaciones de Sanvital, una entidad que provee apartamentos para personas mayores. Según lo que nos han comentado sus profesionales, en una reciente encuesta realizada entre las personas que utilizan esos apartamentos ha destacado el número de personas que han manifestado que ha mejorado su vida sexual desde su entrada en las instalaciones.
Es necesario que este tema no dé lugar a ningún tipo de vergüenza
No cabe la menor duda de que muchas personas mayores de 65 no comentan nada acerca de este asunto porque saben que no es socialmente bien visto. Esta es una de las injusticias más grandes a las que nos tenemos que enfrentar día a día. No puede ser que en una sociedad como en la que nos encontramos, que está hipersexualizada, no haya lugar para hablar del sexo entre ancianos. Como apuntábamos anteriormente, ellos y ellas también derecho a vivir la vida de un modo intenso y que les permita disfrutar de su felicidad.
Hay que pelear para que un asunto como este no sea tabú, porque eso les hace mucho daño a nuestros mayores. La religión, en ese sentido, ha sido siempre un obstáculo al que no tenemos que tener en cuenta en este tipo de asuntos. Nadie tiene derecho a decirle a un anciano que no disfrute de las posibilidades que le deja su cuerpo. O que no comente nada al respecto. Aunque parece que vivimos en una sociedad de lo más moderna, todavía hay muchas cosas que debemos cambiar. El pensamiento obsoleto de muchas personas es el principal escollo para que esta sociedad pueda presumir de ser moderna. Cambiar ese pensamiento es el primer pasado que debemos dar para avanzar socialmente en este sentido.