Mi madre siempre me había dicho lo importante que es tener un proyecto común en la pareja. Cuando empecé a tener crisis en mi relación empecé a recordar aquel consejo. Empecé a priorizar las cosas que realmente me importaban, entre ellas mi relación y dejé el trabajo en un segundo plano. Empecé a tener más claro lo que quería en nuestra relación, empecé a entender que para que lo nuestro funcionara teníamos que vernos como una elección diaria, como un proyecto vital que solo podía ir hacia adelante y priorizarlo sobre el resto. Lo primero que hice fue alquilar una casita en Denia con
Romer Playa, que era la empresa que nos había alquilado un apartamento cuando empezábamos a salir. Tenían unos apartamentos estupendos junto a la playa.